EL PAIS AL OTRO LADO DEL RIO

Llegamos a la frontera con Vietnam despues de toda la noche en un autobus-cama chino, lo que significa no pegar ojo entre el olor a pies, baches que te estampan contra el techo, adelantamientos molonguis y chinos fumando sin parar (bueno esto no es del todo cierto, paran de fumar cuando el bus hace una parada y bajan, no se vayan a enfriar fumando en la calle con lo a gusto que se echa uno un cigarrito en la cama). Pese a todo esto, necesitabamos estar frescos y preparar nuestra cara mas simpatica frente a los siempretemidos guardias de la frontera, ya que teniamos un pequeno problemilla con nuestros pasaportes: el visado chino termino ayer y el vietnamita no empieza hasta manana. glup.

La frontera que separa ambos paises es un rio, de tal modo que al salir de la oficina de aduanas de china tienes que cruzar un puente que es tierra de nadie y llegar al otro lado donde esta la oficina vietnamita. Cruzando el puente ves senoras llevando jaulas de gallinas de un pais a otro, bicis cargadas con enormes cajas de incierto contenido y un sin fin de cosas que nunca esperas encontrarte en un lugar supuestamente serio.

Pues bien, una vez en la oficina china, una senorita la mar de amable nos dice que no nos preocupemos porque nuestro visado chino este vencido, ya que van a hacer la vista gorda con nosotros y no nos cobraran ni un duro. Eso si, tendremos que pasar una noche mas en china ya que no nos van a dejar entrar en vietnam un dia antes de lo que pone en nuestro visado. Bueno, podria haber sido peor, buscaremos un hotel y cruzaremos la frontera manana temprano. El pueblo, como buen pueblo fronterizo, es sordido y macarra, repleto de tipos de pasado oscuro que te venden desde visados falsos hasta opio, prostitutas (bien feas las pobres) ofreciendo barato "boom boom", etc... Un gran lugar para visitar en familia.

Al dia siguiente, nada mas levantamos vamos para la frontera. Pero que pasa?, pues que esta amable senorita que nos atendio ayer, hoy no trabaja y en su lugar hay dos hijos de puta con bigote y todo. Nos dicen que el visado esta vencido y antes de que podamos explicarles que ayer nos digeron que no habia problema, estamos metidos en un cuartucho donde nos registran de arriba abajo. Deshacen nuestras mochilas, miran entre las paginas de los libros e incluso miran las fotos de nuestras camaras en busca de algo por lo que poder sacarnos algo de pasta, pero estamos limpios como el jaspe. Eso si, no sabes el placer que me dio verles urgar entre mis ropa sucia... uhmmm que rico mi sargento.

Entre tanto, el mas pequenajo de los dos, osea el mas hijo puta, abre y cierra mi pasaporte sin parar, unas 20 veces, hasta que zas, arranca las tapas y me dicen que como pretendo cruzar una frontera con un pasaporte en semejante estado. Lo dicho vamos, un hijo de puta. Tras un rato de incertidumbre, aspavientos y gestos varios (ya que los tipos ni papa de ingles, por supuesto) aparece de entre las tinieblas una magica y sonriente senorita sacada de algun cuento, con su impoluto traje azul y su correcto ingles y en un segundo pone a todo dios en su sitio, nos sella los pasaportes, nos despide amablemente y nos pone de patitas en Vietnam. Joooooooder, por un momento realmente pensamos que nos iban a joder. Fue como cuando escuchas un frenazo por la ventana y te quedas esperando a oir el golpe pero este no llega a producirse. uffffffffffff que cerca estuvo...

Del lado de Vietnam ni un solo problema, adelante amigo, tus ricos euros son bienvenidos. Y es que es increible todo lo que puede separar un rio. De un lado la china cochina, del otro Vietnam: la simpatia, el buen rollo, el si senorito, los toiletes con retrete y puerta, los mercados de carne sin arcadas, las ciudades en las que se ve el cielo y las playas, ohhhhh las playas.

Desde la frontera nos pillamos un tren nocturno sin olor a noodle hasta Hanoi. Decidimos quedarnos a dormir en un hostel de backpackers, que aunque mas caro que un hotel vietnamita, es un lugar cojonudo para pillar informacion de primera mano sobre el pais, ya que te encuentras a gente que esta terminando su viaje y se ha recorrido todo vietnam. Es como cuando un perro se acerca a otro, le huele el ojete y se va con informacion caliente.

Pues bien, todos los ojetes nos hablan de hacer una excursion de 3 dias en barco por Halon Bay, que es un poco caro pero todo dios vuelve encantado, asi que para alla que nos vamos porque si algo hemos venido a buscar a Vietnam es playa, platita, playa. INCREIBLE. La tipica estampa de un barquito bajo el sol entre miles de rocas verdes que salen del mar. El lugar es el sitio mas acojonante que he visto en mi vida (exceptuando la M30 a su paso por algete por supuesto). Ademas, para mas gozo, la dinamica delviaje es desayunar, tomar el sol, nadar un rato, hacer un poco de piragua antes de comer, parar en una mini playa que no te la crees a echar la siesta, duchita, cena y MORCILLON a bordo. Lo que se llama hacer el guiri vamos, pero tenemos una suerte de la ostia y el grupo que nos tocan en el viaje es muy pequeno y hay muy muy buena onda. El tercer dia, nos sueltan a cenar en la unica isla que esta habitada de las 2000 que comprenden Halog Bay y por supuesto acabamos en un Karaoke borrachos como piojos, donde sobre todas las canciones triunfa nuestra version vietnamita del "Yellow Submarine", el aclamado "Yellow Ho Chi Minh".

Para el que no este al dia de historia vietnamita, Ho Chi Minh es el che guevara de Vietnam y echo a patadas a los chinos, franchutes y yankis, por lo que aqui es dios. Asi que aunque a ti, triste occidental, no te haga ni puta gracia nuestra version, es graciosa de la ostia vale? y aqui en Oriente es ya todo un hit.

Pero pese a la diversion, la playa y el placer extremo, nuestros corazones siguen aun tristes y por las noches vienen a nuestras cabezas Diego y Gonzalo, que ya no estan con nosotros en este viaje. El cielo no consigue el mismo tono azul sin vosotros debajo chicos:

http://www.youtube.com/watch?v=ViClGsTLrSU

Parafraseando a mi buen amigo y mejor filosofo Don Raul Pi: "Si la guerra es esto, que no haya paz!"